Hace unos meses hemos terminado este proyecto para Floristería Pepita en Santiago de Compostela en rúa das Ameas. El reto no era fácil ya que contábamos con tan sólo 9 metros cuadrados y unas características marcadas por la propia ubicación en la que se enmarca, LAS ANTIGUAS CASETAS de la plaza de abastos.
La zona de lavadero se pensó con grifo industrial para tener servicio cómodo para el llenado de cubos de agua, el azulejo biselado retro blanco se ajustaba a la sensación que queríamos darle de sencillez. El espejo biselado, realizado a medida, juega un papel decorativo y cumple ocn una función espacial, la idea es generar mayor sensación de amplitud y luminosidad.
Otro elemento reutilizado han sido los cajones propiedad del cliente. A través del color se han recuperado e integrado en el proyecto.
Para el pavimento se ha utilizado una porcelana de Vives- Wilder sombra 20x20, la única superficie donde podíamos introducir una licencia decorativa que confiriese carácter al local pero sin quitar protagonismo a las flores, las verdaderas reinas del proyecto.
La idea desde el principio fue que la floristería fuese muy visible desde el exterior, pues sus reducidas dimensiones no permitían generar espacios para el cliente. Para ello se ha forzado un único ambiente en donde conviven las zonas de atención al cliente y de trabajo.